20+ Preguntas que los lectores de Genial nunca esperaron escuchar de sus preciosos hijos

Crianza
hace 2 años

A veces, nuestros hijos nos hacen preguntas tan complicadas que ni siquiera la gran y poderosa Internet puede ayudarnos a encontrar una respuesta adecuada. Hoy en día, las encantadoras y aún muy chiquitas criaturas nos preguntan cosas en las que nunca habíamos pensado en nuestra infancia.

Los lectores de Genial.guru compartieron con nosotros las expresiones de sus hijos, y no pudimos pasarlas por alto.

  • Mi hija de 3 años le preguntó a mi esposo: “Papá, ¿eres viejecito?”.
    Entonces yo le pregunté: “¿Qué te hizo pensar eso?”.
    Ella: “Tiene cejas muy largas”.
    Ambos estábamos sorprendidos, ¿cómo encontró esa conexión?
    Luego agregó: “El abuelo también las tiene largas”.
    Miré a mi marido y él a mí. Dije: “¿Qué me miras? No fui yo quien lo dijo”. © Maria Jägert / Facebook
  • María tenía 5 años. Vio camarones por primera vez. Después de las preguntas y las explicaciones, dijo que también los probaría. Le pelé uno y lo puse en un plato. Ella: “Cómete tú las entrañas, yo solo comeré los ojos. ¿Son ricos?”. © Julia Kantaria / Facebook
  • El otro día, mi hijo y mi hija mayores (8 y 6 años) discutieron y vinieron corriendo a preguntar quién tenía razón.
    —Cuando seamos grandes también seremos mamá y papá, cada uno tendrá su propia casa, ¿con cuál de nosotros vivirá nuestro hermano menor?
    Les dije que él también crecería, se casaría y viviría en su casa.
    —No, si él es muy pequeño e inocente. Vivirá con alguno de nosotros. © Anna Geller-Gorbashov / Facebook
  • Tuvimos una hija, su hermano nos dijo: “¡Tal vez ella sea un niño, no tiene pelo ni cejas!”. © Tania Manol-Gürleyen / Facebook
  • También tuvimos una pregunta interesante: “Mamá, ¿mi tatarabuela era un mono? ¿No quedó una foto?”. © Ludmila Peker / Facebook
  • Estábamos esperando que papá volviera de un viaje de negocios. Mi hija tenía 3 años y parece que no había entendido que mi marido y su papá son la misma persona. Vio a su padre a través de la ventana y gritó tan fuerte que todos los vecinos la escucharon: “¡Papá! ¿Dónde está el marido de mamá?”. © Anastasia Korotkyh / Facebook
  • Mi hija tenía 4 años, durante el paseo preguntó: “Cuando me case, ¿cómo voy a saber si mi novio no tiene otra esposa?”. A esa edad yo ni siquiera sabía lo que era “casarse”. © Olga Tarasuk / Facebook
  • Cuando era chiquito, ponía mi oreja en la barriga de mi madre cuando estaba embarazada de mi hermana. Mamá dijo que estaba chapoteando. A lo que le pregunté: “¿También tiene ducha ahí dentro?”. © Sergey Radchenko / Facebook
  • A los 4 años mi hija preguntó: “¿Para qué comer? No tengo la intención de crecer, me gusta ser una pequeña”. © Galina Oleynik / Facebook
  • Cuando mi hija tenía 5 años, me preguntó:
    —Mamá, ¿dónde estaba yo cuando tuvieron su boda?
    —Aún no los habíamos tenido ni a ti ni a tu hermano mayor, ustedes nacieron unos años después de la boda.
    —Bueno, ¿pero dónde estábamos?
    —Aún no existían, después aparecieron en mi barriguita...
    —Аh, cierto, puedo recordarlo. © Julia Gafinets / Facebook
  • Una semana después del nacimiento de su hermano, mi hija preguntó: “¿Dónde está su madre?”.
    Yo dije: “Yo soy su madre”.
    A lo que respondió: “No, tú eres mi madre, y ¿dónde está la madre de él?”. © Olga Davidenko / Facebook
  • En el jardín de infancia, mi hija menor siempre jugaba con unos chicos gemelos.
    Una vez fui a buscarla. Los tres, como de costumbre, estaban sentados en la alfombra jugando.
    Salimos del jardín y le pregunté: “¿Cómo se llaman esos dos chicos?”.
    Ella levantó la cabeza asombrada y preguntó: “¿Son dos?”. © Waldemar Wittenbeck / Facebook
  • Mi hijo de 4 años preguntó: “Mamá, cuando eras pequeña, ¿jugabas con ramas de madera?”. Insinuando que no había juguetes. Ahora tiene 6 años y está eligiendo una esposa, dijo que si no la encuentra, se casará conmigo. Le pregunté: “¿Y con papá qué hacemos?”. Él respondió: “Lo despedimos”. © Svetlana Saykina / Facebook
  • Mi sobrina mayor preguntó a los 5 años: “¿Cómo aparecen los bebés en la barriga de las mamás?”. Y la menor, más o menos de la misma edad: “¿Por qué no eres la esposa de nadie?”. © Galina Pavlova / Facebook
  • La pregunta de mi nieta a su madre: “Mamá, cuando naciste, ¿había dinosaurios?”. La respuesta fue: “No, pero seguro que sí había cuando nació la abuela”. © Sofya Plotkina / Facebook
  • Mi hijo fue al primer grado, y a la mañana siguiente preguntó: “¿Entonces hoy iré al segundo grado?”. Y quedó decepcionado con mi honesta respuesta. © Tanya Listopad / Facebook
  • Mi hijo preguntó: “¿Dónde estaba yo cuando no estaba?”.
    Le dije que estaba en mi barriga.
    Hijo: “¿Cómo lograste tragarme?”. © Lida Dara / Facebook
  • A mi nieto, que tenía 7 años, le preocupaba quedarse soltero, ya que su madre y todas sus amigas estaban casadas, ¿con quién se casaría entonces? Mi hija dijo que las gemelas vecinas le convenían más, ya que eran de la misma edad, a lo que él respondió que no se puede mantener a dos esposas. © Yuzefa Ezerskaya / Facebook
  • Mi hija de tercer grado preguntó: “¿Por qué a los niños les crece solo el cuerpo, y no la cabeza? Las niñas, por ejemplo, en primer grado jugábamos a las princesas, en segundo grado jugábamos a los ponis, ahora estamos jugando a algo nuevo, pero a los niños les interesa solo el fútbol. ¿Siempre será así?”. Me quedé pensando y respondí que después también les interesarían las niñas. © Olga Belkina / Facebook
  • Mi hija de 5 años me preguntó a qué juegos me encantaba jugar en mi tableta cuando era pequeña. Le respondí que en la época en que estaba creciendo, no había tabletas ni tampoco Internet. Apareció cuando tenía unos 10 años. La siguiente pregunta: “¿Por lo menos había dinosaurios?”. Dije que no y me sentí una fracasada. Sin Internet ni dinosaurios. ¿Qué tipo de infancia es esa? © Jekaterina Naivelt / Facebook
  • Cuando mi hijo tenía 5 años, fuimos a visitar a mi hermano en taxi. Mi hijo jugaba con los soldados. A mitad del viaje me hizo una pregunta: “Mamá, ¿todos los juguetes de tu infancia eran de madera?”. Tan pronto como quise responder, el conductor se involucró en la conversación (teníamos aproximadamente la misma edad). Dijo: “No, muchacho, en nuestra infancia los juguetes eran de piedra. Por cierto, ¡tu madre y yo fuimos juntos a cazar mamuts!”. Hasta el final del viaje, mi hijo se quedó pensativo y, a veces, nos miraba con suspicacia. Y nosotros nos reíamos en voz baja. © Natalya / Genial.guru

¿Cómo respondes a las preguntas difíciles de tus hijos?

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